Annita Klimt: naturaleza, cine francés y femineidad…

Este año no he podido dejar escapar a la artista catalana Annita Klimt, fue ver una de sus obras y sentir la necesidad de poseerlas todas, fue, lo que se dice un amor a primera vista. Delicadeza y belleza en estado puro. Su trabajo es limpio y sencillo, sin artificios. Dice mucho con poco y, os aseguro, que no deja indiferente. Gracias a su formación audiovisual, sabe muy bien cómo captar y conjugar imágenes hasta construir una simbiosis perfecta.

Imágenes que combina, en ocasiones, con palabras, originando así un lenguaje poético artístico propio. Cuerpos femeninos desnudos, colores monocromos, palabras sueltas y silencio, su obra me recuerda a la de otras artistas valencianas que trabajan manualmente, piezas pequeñas, minuciosas, finas y bellas que parecen pequeños tesoros, desde Mar Arza, Anna Talens, Altea Grau o Rossana Zaera. Todas ellas, mujeres transgresoras y potentes, se sirven de la fragilidad y la sublimidad de los materiales que transfieren a sus obras. Una artista que proyecta una gran sensualidad en cada uno de sus collages, gracias al poder evocativo que poseen las imágenes del cuerpo femenino que utiliza. Y es, por todo ello, que no pude resistirme a la tentación de entrevistarla y saber un poco más de esta joven artista.

Autorretrato de vuelta a empezar. © Annita Klimt
Autorretrato de vuelta a empezar © Annita Klimt

Pregunta: La primera pregunta, es casi obligatoria, por qué “collage” y por qué “papel”.

Annita Klimt: Mi imperiosa necesidad de expresarme a través del arte me llevó hasta el collage. Concretamente, hago collage manual (pegado en papel) porque hasta la fecha es con la que mejor sé expresar y transmitir lo que siento. Recuerdo perfectamente el primer collage que hice (que por cierto, no tiene nada que ver con el de ahora), estaba sentada en el suelo del comedor de mi casa rodeada de papel, pintura, revistas, clips y gomas elásticas; la sensación que sentí allí sentada cortando y pegando fue lo más parecido a la libertad que había sentido nunca. Así que, desde ese día no he dejado de hacer collages. Y si me preguntas ¿El por qué del papel? Te diré que porque necesito tocar lo que estoy haciendo. Me gusta el contacto con el papel y sentirme parte integrante de la obra, he realizado algún collage digital pero no he sentido lo mismo, el proceso creativo no es igual.

P.: A la vista del trabajo tan delicado que realizas, te has visto o te ves condicionada por los materiales que utilizas.

A. K.: Totalmente. Considero que desde que empecé con el collage he sabido definir muy bien mi estilo. Y con estilo no me refiero sólo al tipo de collage que hago sino a los materiales que empleo para su realización. Creo que si no tuviera al alcance el material que tengo en estos momentos y con el que trabajo actualmente no sería capaz de crear.

P.: Tu mirada y enfoque es más bien cinematográfico ¿De dónde surge esa pasión por el cine? Sobre todo, el cine francés, ¿no es así?

A. K.: Efectivamente, soy una apasionada del cine francés, sobre todo de la Nouvelle Vague francesa y de Jean-Luc Godard. Todo empezó antes de irme a vivir a Madrid. Estaba estudiando Empresariales y una de las asignaturas optativas de la carrera era Teoría del Arte, lo que me llevó a interesarme por los talleres de dirección de cortometrajes. Recuerdo que por aquella época leía mucho y veía mucho cine, así que, gracias a esa asignatura de arte me decidí a dar el paso, dejé la carrera y me mudé a Madrid, donde empecé la Diplomatura de Cinematografía y Artes Audiovisuales en la especialidad de Dirección de Cine en la Escuela TAI. Sin embargo, durante la carrera apenas se trató el cine francés, por lo que tuve que ahondar por mi cuenta en el tema. Me empapé del tipo de planos, el color, la temática de las películas, su peculiar forma de montaje…

Desgraciadamente, no tuve una buena experiencia en esa escuela salvando las distancias, así que, supongo, que me decidí por el collage antes que por el cine, aunque, indudablemente, me sirvió para desarrollar mi técnica, dándole una visión cinematográfica a cada una de mis obras.

 

P.: El color o su ausencia en tu trabajo me parece significativo, ya que cuando lo introduces es de forma suave y sutil. ¿Qué es para ti el color?

A. K.: El color es mi forma de entender la vida, o mejor aún, es mi manera de revelar mi estado emocional en cada uno de los momentos en los que estoy creando.

Hablo también a nivel general, es decir, considero que estamos viviendo una época en blanco y negro y, a mi me influye mucho todo lo que me rodea, ya sea positivo o sea negativo. Indudablemente, el color siempre forma parte de la historia que estoy contando, así como su ausencia.

P.: Tu trabajo es muy poético, delicado y minucioso. Construyes imágenes muy potentes y directas a partir de fotografías, que acompañas, en ocasiones, de palabras. ¿Qué surge primero la imagen o la frase? Es decir, construyes el universo poético alrededor de la palabra o partes de la imagen para crear palabras.

A. K.: La poesía siempre me ha interesado, por eso en 2013 creé junto a la poeta Carmen Juan el colectivo Le mot le plus doux, nos intercambiábamos las obras a través de correo electrónico; Carmen le ponía palabras a los collages que yo le iba mandando y viceversa. Paralelamente, yo seguía componiendo mis collages de forma independiente pero solo con imágenes, hasta principios de 2016 que empecé a introducir palabras o frases por mí misma. Actualmente, sigo creando collage con imágenes pero, de algún modo, la palabra está más presente que nunca.

La poética y sus cosas. © Annita Klimt.
La poética y sus cosas © Annita Klimt.

P.: Al mismo tiempo, tu trabajo muestra un interés particular por la naturaleza y el cuerpo, sobre todo, femenino. ¿A qué se debe?

A. K.: En primer lugar, tengo la necesidad de mostrar fragmentos de naturaleza en todas o en casi todas mis obras. Creo que la naturaleza es el lugar donde el ser humano se puede sentir más libre y donde puede ser uno mismo, sin artificios ni presiones sociales. Me sale de forma natural contar con ella en mis collages, siento la naturaleza como una parte intrínseca del ser y, por ende, de mi trabajo. Por otro lado, el cuerpo femenino es lo más representativo de mi obra, si te fijas, fragmento el cuerpo de la mujer, nunca lo muestro entero. Digamos que es un reflejo, como un autorretrato de mi misma, de cómo me he sentido como mujer durante mucho tiempo. Como muchas mujeres, me he sentido fragmentada, y he sufrido una falta total de autoestima. Mis problemas con mi imagen corporal han sido un bache muy grande tanto en mi desarrollo personal como artístico, pero, a su vez, me han convertido en lo que soy hoy y en lo que hago.

Dejándome a un lado, considero como mujer, que el cuerpo femenino es tan bello que no es necesario mostrarlo en su totalidad. Un brazo, una pierna, un hombro, el pelo…hablan por sí solos, pueden ser muy sugerentes y poseen un poder evocativo muy potente. La mujer es bella por naturaleza.

En el medio. © Annita Klimt.
En el medio © Annita Klimt.

P.: Eres artista y mujer en siglo XXI, que opinas sobre el papel qué ocupamos en la sociedad hoy día. ¿Crees que las representaciones femeninas se corresponden con la realidad?

A. K.: Lo he comentado en varias ocasiones pero creo que aunque estamos mejor que hace 100 o 1000 años, el hecho de seguir luchando deja muy claro que estamos también muy lejos de alcanzar o de ocupar el lugar que nos corresponde. Además, pensar “que no estamos tal mal” es otra forma de conformarnos, un pensamiento machista adquirido de los hombres.

Respecto al mundo del arte en concreto, es cierto que las artistas tenemos más presencia y visibilidad que antes pero son los artistas “masculinos” los más conocidos y, las exposiciones más importantes también se destinan para ellos. En mi humilde opinión, creo que hemos mejorado pero aún falta mucho camino por recorrer.

P.: ¿Qué pretende Annita Klimt transmitir con su obra? ¿Qué significado tiene para ti?

A. K.: Lo que realmente pretendo es hacer sentir al espectador, ya sea bueno o malo, no me gustaría que la gente se quedara indiferente ante mi obra. Por ejemplo, en la última feria en la que participé recibí muchos comentarios positivos y muchas felicitaciones, pero al mismo tiempo también hubo gente que me decía que no entendía mi obra. Personalmente, me parecen igual de importantes todos los comentarios porque el hecho de no entenderla ya está creando un sentimiento y una experiencia en esa persona.

Respecto al significado que tienen mis obras para mí debo decir que, simplemente, son parte de mí porque estoy contando y compartiendo mi historia, mi vida: cómo me siento, qué me ha hecho sonreír, porque estoy enfadada, lo que me preocupa, qué me pasa por la cabeza, qué me ha impactado o qué me ha dejado sin respiración… Para mí, crear, mi trabajo en sí, es un acto de sinceridad absoluta.

 

Las respiraciones © Annita Klimt.
Las respiraciones © Annita Klimt.

P.: Toda artista tiene sus referentes e influencias ¿Cuáles son tus incondicionales?

A. K.: A nivel general, creo que lo que más me influye es mi día a día: lo que hago, con quien hablo, lo que veo o escucho. Los pequeños detalles, desde una persona que sonríe, un árbol, un charco o un simple zapato abandonado en medio de la calle, un perro, una conversación entre dos personas o coger el bus y mirar por la ventana durante el trayecto.

En cuanto a referentes histórico-artísticos, indiscutiblemente no puedo obviar el cine francés. Es más, Godard, Ana Karina, Truffaut, Rohmer, Agnès Varda, Los paraguas de Cherburgo, El desprecio. El cine oriental, 2046, Deseando amar, Chungking Express, Kim Ki-Duk. El cine español, Isabel Coixet, Medem, Buñuel, Rebollo, La mujer sin piano, Jonás Trueba… Kaurismaki, Jarmush, Passolini, Egon Schiele, Gustav Klimt, René Magritte, Joan Miró, Mark Rothko, Remedios Varo, Maruja Mallo, Lee Krasner, Grete Stern, Isabel Reitemeyer, Chema Madoz, Català Roca, Robert Doisneau, Vivian Mayer, Man Ray. ¡Y seguro que me dejo alguno más!

 

P: ¿Cuál es el mundo mágico de Annita Klimt y qué planes de futuro tiene?

A. K.: Mi mundo mágico está compuesto por el collage, mi habitación, mi escritorio blanco, las vistas desde mi ventana, los miles de libros, las flores, los árboles, la belleza, mi gata, el apoyo de mi novio, las pelis que veo después de comer, las palabras bonitas sobre mi trabajo, la luz del día, un libro que me gusta o un título que me hace sonreír. Viajar, no entender nada, los últimos asientos del bus o ser copiloto. Sentirme bien, el collage.

En cuanto al futuro, espero seguir haciendo collage e iniciarme en el mundo de la fotografía. ¡Qué tengo muchas ganas! También espero seguir colaborando en proyectos interesantes como los que ya tengo cerrados para el próximo año, desde exposiciones hasta participaciones en ferias de arte.

color 11© Annita Klimt
color 11© Annita Klimt
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