Un año más, sorprende el cuidado y el mimo con el que se trabaja en cada una de las ediciones de TEST, Mostra d’Art i Creativitat de Vila-real. Desde la elección de los participantes al montaje expositivo, su puesta en escena transmite ilusión, calidad y, sobre todo, profesionalidad; como así lo demuestran detalles como los catálogos confeccionados ex profeso –con texto de Álvaro de los Ángeles, Ángel Gil Cheza o Gloria G. Durán–, que se entregan a cada uno de los visitantes que acuden al Convent, Espai d’Art de la localidad vila-realense, y que sirven de carta de presentación de cada uno de los artistas presentes en esta singular muestra. En resumen, un trabajo bien hecho, sin duda, el que se lleva a cabo desde la organización de este certamen.
En esta ya tercera edición, los nombres de artistas como Paula Prats, Nelo Vinuesa, Trashformaciones y Borondo pasan a engrosar la lista de la familia TEST; cada uno de ellos desde disciplinas distintas, ya sea fotografía, pintura, escultura o intervención urbana. La presente muestra, heterogénea pero a la par homogénea, diríase que es un juego de contrastes y texturas fuertes que se van sucediendo y enlazando poco a poco a la perfección sin que el visitante sea consciente de ello. Los colores fuertes y estridentes de Nelo Vinuesa se contraponen, por ejemplo, a la suavidad y al brillo del metal de los hermanos Pablo y Blas Montoya (Trashformaciones), o al blanco níveo que desprenden las fotografías de Paula Prats.
Haciendo un retrato más conciso, observamos cómo Vinuesa plasma un mundo onírico, propio, en su Castlehead. Este universo figurativo se construye a través de la abstracción y la geometría, donde predominan los colores como el rosa, rojo, amarillo y verde entre otros. El artista valenciano crea construcciones arquitectónicas, espacios imaginarios, únicos y mágicos; para ello se sirve tanto de la pintura acrílica sobre lienzo como del vídeo, donde recrea la construcción de esos espacios y atmósferas ilusorias.
Por su parte, Trashformaciones ofrecen una imagen limpia y exquisita. Sus esculturas metálicas se presentan pulidas y brillantes, otorgándoles una sensación de maleabilidad. Parecen piezas moldeables, blandas, casi líquidas; son de una pureza extraordinaria. Paradójicamente, tratándose de metal, las obras aquí presentes poseen una apariencia suave, el espectador se refleja en su paso por la sala y reprime las ganas de acariciar cada una de ellas.
En cuanto a la participación de Paula Prats, la fotógrafa sumerge al espectador en un universo ajeno al nuestro, donde todo lo que le rodea es blanco. Un blanco que hipnotiza y que conjuga a la perfección con pequeños toques de color, como en una de sus fotografías más llamativas y que reclaman mayor atención: la imagen del coche amarillo recubierto de nieve. Las piezas enmarcadas juegan visualmente con el efecto óptico con otras impresas y colgadas directamente sobre la pared. Su trabajo refleja un estilo salvaje y natural que crea tensiones con la delicadeza y la elegancia, y, al mismo tiempo, con el tratamiento intimista que otorga a su obra.
Finalmente, cabe destacar que el artista Gonzalo Borondo realizará en breve una intervención en uno de los muros de Vila-real, como ya lo hicieron en su día Escif y Sam3 en 2013 y 2014, respectivamente. Es indudable la expectación generada en la ciudad ante tal eventualidad, puesto que hasta su realización el público no es consciente de su ubicación exacta ni el motivo escogido para su representación. Lo que si está claro es el criterio de selección de su comisario, Pascual Arnal, quien, un año más, defiende con creces el arte contemporáneo que emerge y se produce en la Comunitat Valenciana con sendos artistas.
Calidad, originalidad y proyección de un arte con una mirada fresca, actual. Iniciativas como TEST apoyan, qué duda cabe, el crecimiento y el enriquecimiento cultural y ahí debemos dar las gracias a Pascual Arnal por su apuesta por la difusión de artistas jóvenes con talento, dándoles ese impulso necesario dentro del mundo mediático y cultural del arte.