La exposición “El Desnudo en el Arte” es una selección de pintura, escultura y fotografía cuyo eje central es un recorrido por el arte del desnudo desde el siglo XX hasta nuestros días. Nos encontraremos con obras de unos treinta artistas como Fernando Botero, Josep Clará, Man Ray, Alberto Schommer, Ouka Leele, Rafael Botí, Roberto González Fernández, José Luis Raymond, Eduardo Úrculo y Marina Abramovic entre otros. La muestra ofrece un recorrido por las distintas manifestaciones del cuerpo humano como tema central en las composiciones artísticas del siglo XX, así como trata de evidenciar la importancia del cuerpo como medio de expresión, capaz de transmitir emociones, sentimientos y pasiones. Se muestra una selección de obras muy variadas, de artistas de distintas nacionalidades y generaciones que nos permite adentrarnos y descubrir las diferentes perspectivas que se poseen a la hora de mostrar y concebir el cuerpo humano. Como también lo podremos observar a través de la lectura de las diversas citas que nos conducen a lo largo de nuestro recorrido, como por ejemplo: “la belleza del cuerpo es muchas veces indicio de la hermosura del alma” por Miguel de Cervantes, o esta otra del poeta Novalis: “Hay sólo un templo en el mundo, el cuerpo humano. Nada es más santo que esta forma suprema. Inclinarse ante un hombre es un homenaje a esta revelación en la carne (…) Se toca el Cielo cuando se acaricia un cuerpo humano”. Con todo, nos percatamos del culto casi idolatrado hacia el cuerpo humano que se ha ido desarrollando con el paso del tiempo.
Lo realmente fascinante de esta exposición es la contraposición así como las diferentes apreciaciones y sentidos que se le da a la desnudez. En mi modesta opinión, me ha resultado particularmente curiosa la obra fotográfica “Sin título,2007” de la artista gallega Victoria Diehl, quien nos explica que: “En un momento en el que los géneros artísticos se confunden, en mis imágenes hay un encuentro entre la historia del arte a través de algunos de los mitos clásicos y el presente, mostrando un lenguaje que funde lo visual y lo conceptual para hablar de la representación del cuerpo en unas imágenes que remiten a la pintura, a la escultura, en un efecto de fotografía apropiacionista. Mi estrategia artística se desarrolla a través de un viaje de búsqueda en los museos, donde encuentro en los cuerpos desnudos de tacto frío que nacieron en la antigüedad, las mismas marcas que sufrimos y mostramos en nuestro propio cuerpo; así en un proceso inverso, en mis imágenes, exhibo la piel humana, calida y nacarada sufriendo en lugar de las cicatrices quirúrgicas las fisuras que el tiempo ha marcado en la piedra. Para la siguiente serie de fotografías me he basado fundamentalmente en las fuentes italianas, principalmente en la Fontana dell’ammannati, que hoy día fuera de funcionamiento se encuentra seca en el patio del museo Bargello. La visión de esta representación femenina que encarna la divinidad símbolo de fecundidad y fertilidad, creada para abastecernos de agua (símbolo de vida), desde sus propios senos resulta al humanizarla en las fotografías, tan tierna como hiriente, pues me remite a un vacío interior, a la sensación de hueco”. Mientras que la yugoslava Marina Abramovic, en su video “Nude with Skeleton” deja constancia de la relación tan íntima entre el artista y el ya no solo espectador, mediante una performance que realizaba varias veces al día en diversas exposiciones durante el 2002, 2005 y 2010. En el video que aquí se exhibe vemos una mujer tumbada –Abramovic- respirando desnuda bajo un esqueleto, lo que nos lleva a pensar y reflexionar de forma explícita sobre la vida y la muerte, como decía Bruce Nauman: “el arte es una cuestión de vida y muerte. Suena melodramático, pero es verdad”. Y es que se nos presenta una obra un tanto inusual con una combinación de matices -tanto sexuales como aterradores-, al igual que en buena parte de sus trabajos. Así pues, “Nude with skeleton” se podría considerar una “vanitas” contemporánea, entre una de las múltiples interpretaciones posibles.
El espectador, por tanto, podrá sumergirse en una atmósfera artística enriquecida gracias a los distintos medios de expresión artística, como son la fotografía, pintura, dibujo o escultura. Así pues, la visita a esta muestra produce una especie de relación, simbiótica, entre el artista y su obra con el espectador. Lo que origina una conexión inmediata entre ambas partes, prácticamente al instante, puesto que nuestras miradas quedan interconectadas, inconscientemente, al sentirnos reflejados con el sujeto representado. Es más que probable que al tratarse de un tema, claramente identificable y reconocido por todos, la exposición les resulte a la mayoría de sus visitantes cercana y entretenida.
Los expertos y teóricos del mundo del arte, casi siempre, coinciden en que toda obra de arte es un desnudo ya que la mirada del artista desnuda el objeto en busca de lo más íntimo. Pero, esta vez, la muestra tan solo pretende transmitir su acepción más literal, es decir, exhibir el cuerpo humano sin velos que lo cubran porque, paradójicamente, nada perturba y atrae más como un cuerpo desnudo. Resulta curioso que esta atracción, me atrevería a clasificar de innata en el ser humano, permanezca siempre latente a lo largo de nuestra historia. Por lo que los amantes y entusiastas de este género pictórico, podrán ver en esta exposición una serie de valiosas piezas que no nos dejarán indiferentes y que, sin duda, nos deleitarán.
Según los promotores con esta interesante iniciativa, se facilita la posibilidad de apreciar la gran calidad de una serie de artistas españoles, con esta exposición se busca «resaltar el gran interés suscitado en torno a esta figura humana. Una figura no exenta de críticas pero que, sin embargo, ha sido fuente de inspiración para muchos autores y corrientes artísticas de todo tipo. Se trata pues, de un excepcional ejemplo para conocer cuál ha sido la tendencia moralista imperante respecto a esta representación del cuerpo humano, a lo largo de la Historia del Arte».
Para el crítico de arte Ignacio Henares Cuéllar, «las distintas estéticas y autores presentes en esta exposición contienen y renuevan un discurso artístico que históricamente ha significado el más completo modelo cultural del humanismo». Mientras que para la comisaria de la exposición, Marisa Oropesa, «esta muestra tiene como argumento el desnudo en su acepción más literal: la forma de arte que exhibe el cuerpo humano sin velos que lo cubran. A veces, para poner de manifiesto la belleza que emana de la máquina más perfecta que existe en la naturaleza. En otras, para subrayar sus imperfecciones. Y siempre con el atractivo de la aproximación a lo que habitualmente está oculto e incluso prohibido».
Una de las características, a destacar de esta colección, que se expone por primera vez en Castellón, es la variedad de estilos y tendencias que se han dado la mano para describir la belleza física del ser humano, testimonios pictóricos que puedan generar ante el espectador emociones y reacciones muy dispares, desde el rechazo a la admiración, curiosidad, pasión o hasta incluso indiferencia.
A través del recorrido que propone María Oropesa con esta instalación, se van desvelando la multiplicidad de significados y valores que representa el desnudo en el arte contemporáneo a lo largo de la historia, bajo la mirada poética de cada uno de los artistas aquí reunidos. Esta muestra, fundamentalmente, invita a la experimentación, a la búsqueda de lo más íntimo que durante muchos siglos ha sido un tema tabú y se ha visto sometido y relegado a representaciones mitológicas a lo largo de los años o bien, oculto con recelo, al considerarse indecente e impúdico. Cuando realmente, la desnudez se debería tratar con sencillez y naturalidad.
Para concluir me gustaría dejaros con una de las citas, que también acompañan a la exposición, del célebre dramaturgo inglés John Fletcher: “La belleza, cuanto menos vestida, mejor vestida está”.