MAR ARZA, ANNA TALENS Y MARTA ESPINACH
Galería Cànem, septiembre 2011, Castellón
A l’abast de la mà’ es el título de la nueva exposición con la que la galería Cànem inaugura una nueva etapa cultural que da comienzo en nuestra ciudad. Para ello cuentan con obras de artistas como Mar Arza, Anna Talens y Marta Espinach, que nos muestran una visión de la vida que nos es cercana a todos. Lo curioso de este proyecto expositivo radica en que es fruto de la colaboración de Cànem junto a otras dos salas de arte: Sicart y PazYcomedias.
El galerista catalán Ramón Sicart explica la temática de las obras de estas tres mujeres con sus propias palabras: “–el paso del tiempo, el paraíso de la infancia, la experiencia de la vida, en definitiva– nos habla de lo cotidiano a partir de la sencillez, de cómo los actos más insignificantes –el tic-tac de un reloj, el sonido de las campanillas, el juego de los dados sin numeración, los cuentos infantiles, los tejidos de alambre…–y los objetos que tenemos asequibles –papel y lápices de colores, hilos, agujas, una libreta de ahorros–, revelan una atenta mirada a las pequeñas cosas que nos rodean para llegar a expresar la poesía contenida y necesaria para transformar la visión que tenemos del mundo, haciéndonos cercano y descifrables tanto palabras como silencios, miedos y osadías, seguridades e incertidumbres, ingenuidad y conocimiento. Obras hechas desde el silencio y la meditación, elaboradas con un cuidado excepcional desde un sexto sentido y puestas a nuestro alcance para el disfrute de nuestros cinco sentidos”.
Lo que estas artistas pretenden transmitirnos mediante sus obras es que, a pesar de las diferencias y peculiaridades características de cada ser humano, siempre hay emociones o situaciones que compartimos aunque sea bajo puntos de vista distintos.
Anna Talens reivindica la belleza, lo delicado y lo hermoso, que muchas veces, y por desgracia, es tildado de ingenuo y poco realista en nuestra sociedad. En la actualidad, se valoran más los discursos provocativos que nos revuelven el estómago que aquellos que se susurran melódicamente a través del viento. Lo cierto es que el arte abyecto ha ido desplazando poco a poco lo sublime y lo bello dentro del mundo del arte, estéticamente hablando, ya que muchos consideran que lo bello es un signo de vacío, debilidad y superficialidad. Pero, en contraposición, todavía hoy en día, existen razones para demostrar que la belleza genera la felicidad, gracias a la poeticidad que irradia el mismo objeto, el poder expresivo de los materiales, la delicadeza, etc., siendo igual de necesaria y realista que todo lo abyecto que nos circunda.
Por su parte, Marta Espinach nos acerca a esa cotidianeidad a través de una serie de personajes y situaciones tomadas de cuentos infantiles, que reconocemos y asimilamos rápidamente, porque la gran mayoría de nosotros hemos crecido escuchando esos cuentos, que, de forma consciente, advierten a los niños de los peligros que acechan fuera de casa. Así pues, podemos encontrarnos todo tipo de animales feroces, desde un lobo a un oso bajo un bosque oscuro y peligroso, cuestionando abiertamente el mundo onírico que envuelve y conoce el niño. Con todo, se pretende tentar al niño con ese paisaje misterioso, desconocido y tan dañino para que, a su vez, despierte y se quite la venda de los ojos y tome conciencia de su propia existencia, así como aprender a llevar la iniciativa a la hora de vivir su vida. Sin lugar a dudas, la artista nos invita a reflexionar sobre el juego contradictorio que se establece entre la fascinación que trae consigo irrumpir en un paraje desconocido lleno de peligros y las múltiples advertencias que recibimos desde nuestra infancia para que no nos adentremos puesto que podemos acabar en la boca del estómago del gran lobo feroz.
Finalmente, Mar Arza nos plantea el tiempo como otro de los elementos que tenemos en común los seres humanos, escultor de voluntades que somete el transcurso de la vida a lo inevitable. Para contrarrestar su ritmo, la artista juega con las palabras, en un intento de paliar sus contraindicaciones. Arza nos da a entender que el lenguaje retiene el tiempo, al mismo tiempo que detiene, sorprende, reconforta y simultáneamente es capaz de caminar y seguir adelante arrastrando todo el peso de su trascendencia. Se podría decir que, siguiendo el hilo conductor de la exposición, la artista castellonense proclama la necesidad de sentir el ritmo de las emociones y los placeres del ser humano. En definitiva, la experiencia que se adquiere con el paso del tiempo y el cúmulo de sensaciones y vivencias que registra el ser.
Como remarcábamos al principio, esta muestra es una iniciativa conjunta entre la galería Sicart de Vilafranca del Pendés, la galería pazYcomedias de Valencia y la galería Cànem. Con este proyecto se logra crear una red socio-cultural, conformando una interacción social, definida como un intercambio dinámico, abierto, en construcción permanente que involucra a conjuntos que se identifican con las mismas necesidades y que se organizan para fomentar el arte y la cultura –algo que apoyamos desde Cuadernos, ya que es algo que nos enriquece a todos–.