Javier Mariscal: Fabulación animada
Galería Coll Blanc, noviembre 2010, Castellón
«Mariscal en el Maestrazgo» es un proyecto multidisciplinar, sugiere diversidad, un cruce libre de fronteras, un intercambio cultural y una amplitud de horizontes.
Sin lugar a dudas, Mariscal es un narrador de imágenes que cuentan historias protagonizadas por personajes que indistintamente pueden ser objetos o sujetos. Son historias gráficas contadas por un lápiz que no se resiste a dibujar sólo líneas. Su concepto gráfico transmite emociones, desarrollo tecnológico así como trascendencia cultural y social.
Con esta exposición Mariscal nos presenta una obra artística con diferentes técnicas y soportes, desde telas de mediano formato pintadas con rotulador hasta collages de papel y pequeñas vespas convertidas en esculturas de madera. Su creatividad destila de la experiencia cotidiana y la convierte en una práctica fantástica que adquiere formas asombrosamente diversas, pluridisciplinares y gratificantes sacudidas por pequeñas pinceladas de rebeldía.
Su propuesta vital recupera la mirada ácida e infinitamente curiosa de un niño y la potencia insaciable del adolescente, siempre bajo la tutela de un gran conocimiento artística. Su arte, pues, es rebelde pero también nostálgico. Y su estilo aparentemente impulsivo es reflexivo. Mariscal tiene su propia filosofía existencial, que origina un universo fantástico, en el que todo es posible, con sus propias leyes espaciales y temporales. Es pues, una filosofía que se origina en su experiencia vital.
Mariscal, artista de mirada voraz, se nutre de los rostros de personajes de la calle, paisajes, situaciones, viajes, etc. Se hace dueño de su propio destino y construye sus espacios en las páginas en blanco, con sus situaciones de extrañeza e incertidumbre, de revolución poética contra las injusticias del poder, de incursiones en el mundo de los sueños, la melancolía y la alegría de vivir. Y desarrolla un concepto original de la fabulación en el que también son inciertas las fronteras entre los humanos y los animales, todos se mezclan en una combinación de carácter poético con ligeros toques de humor.
Las estrategias espaciales de Mariscal tienen su origen en su calidad como dibujante, pero alcanzan mayor sutileza en las pinturas y aún más complejidad en las esculturas. Son estrategias de composición en la que la distribución de los personajes y de los objetos crea la poética de la narración y de las sensaciones visuales. Si la línea es a menudo narrativa, el color en Mariscal es un “estado” inteligente en el que nos habla de la naturaleza de la percepción. Construye sus formas en planos simplificados, a menudo en pugna. Así pues, Mariscal consigue mediante la contraposición de los diferentes tonos ritmados en sus obras exaltar la esencia extraordinaria del Maestrazgo.
Las obras de Mariscal, tan intensas como prolíficas, admiten tanto planificaciones de conjunto como formas fragmentadas. Cualquier detalle de una de sus obras es, en sí misma, otra obra de arte. Si bien hay temas y formas que retoma y se reencuentran a lo largo de su extensa trayectoria, sus obras no cesan de diversificarse y enriquecerse.
En definitiva, Mariscal nos ofrece con sus obras una vista privilegiada de la vida coloreando hasta el más mínimo detalle de nuestro día a día.